martes, 3 de abril de 2018

EL MUNDIAL DE BÁSQUETBOL FEMENINO EN EL PERÚ
7 de agosto de 1963


Crítica y difícil situación afronta la Federación Peruana de Básquetbol que preside el dinámico y empeñoso ingeniero Guillermo Toro Lira, al no concretarse las expectativas cifradas en un cálculo sobre recaudación de impuestos. Dicha recaudación calculada en el uno por ciento sobre la ventas en los establecimientos expendedores de comidas y bebidas, no ha reflejado los veinte o treinta millones de soles al año para el fomento al deporte nacional que se esperaba. Ese era en realidad el respaldo económico con el que contaba la Federación Peruana de Básquetbol para atender los gastos del próximo Campeonato Mundial Femenino que demanda unos treinta millones de soles en organización y, especialmente, en la construcción de coliseos cerrados en la ciudad de Lima y en las subsedes de Arequipa, Tacna, Ica y Chiclayo.

Hasta el momento la recaudación del primer mes no supera el cuarto de millón. Esto hace suponer que en los próximos doce meses sólo se recaudará aproximadamente entre tres y cuatro millones, es decir, la décima parte de lo calculado. Por consiguiente, la situación es bastante dramática para una federación empeñada desde ya en la realización de tan importante evento del básquet mundial femenino. Otro de los inconvenientes que sufre la máxima entidad canastera, es la ubicación del coliseo a construirse en Lima. El Comité Nacional de Deportes que ha venido prestando toda clase de apoyo, se encuentra también en un problema de acuerdo a las cifras desalentadoras de la recaudación.

Al respecto, por ejemplo, aún no se define la ubicación del mencionado coliseo. Primero fue la Plaza de Toros de Chacra Ríos, después el Campo de Marte, luego los terrenos del bosque de Mata Mula, donde se encuentra el Club Hípico Peruano… pero lo cierto es que el tiempo continúa avanzando y que las gestiones no corren al mismo ritmo. Esta es una situación bastante enojosa para los directivos del básquetbol, quienes elaboraron y presentaron con la aprobación del decreto sobre el impuesto, la manera en que se iba a financiar este certamen. Sin embargo, la realidad no ha respondido con el mismo deseo y anhelo, poniendo un estado de cosas bastante complicado.

Las construcciones de cinco coliseos en Lima y provincias, no son cosa de juego. Su millonario costo más los naturales gastos dedicados a tan magna organización, han complicado la situación a un extremo tal que no se sabe ciertamente en qué va a parar la cosa…. Y lo que es más serio: el tiempo no permite demora alguna en especial para el básquetbol peruano comprometido en la organización de este mundial para marzo del próximo año.

Otro aspecto que también contribuye a este nerviosismo, es el rumor insistente sobre el cambio de la dirigencia en el Comité Nacional de Deportes, lo que contribuye a que nadie quiera pronunciarse en la continuación de estos preparativos si no están seguros de seguir al frente del máximo organismo deportivo. En verdad, es muy malo que se haya producido una situación de esta naturaleza que conspira en contra de los organizadores, quienes han venido trabajando incansable y acertadamente por el baloncesto peruano.

Ojalá todo se resuelva satisfactoriamente, de modo que se permita contar con los medios económicos suficientes para la organización de un campeonato mundial, un acontecimiento que por primera vez se atreve a llevar a cabo el deporte nacional.