lunes, 15 de diciembre de 2008

NUEVO MENSAJE

Correo enviado por el periodista Carlos Enrique Castro Maya

Estimados señores:


Muchísimas gracias por darme cabida en su blog. La verdad es que estoy sorprendido por la rapidéz con la que he recibido vuestra respuesta. Hago recuerdos también del hijo de don Raúl, que fue arquero de los juveniles de Universitario de Deportes a fines de los 60s. En ese equipo estaba también el hijo de Óscar Artacho y además de los Juan Carlos (Vargas y Oblitas), Fernando Cerro, José Cacho Sousa, "Pocho" Pedraz, Alfredo del Piélago, Roberto Marius, entre otros. Podrían también poner algo en el blog sobre Raúl Goyburu Tesolini?

Desde ya, muy agradecido.

CARLOS ENRIQUE CASTRO MAYA

14 de diciembre de 2008 14:58

sábado, 13 de diciembre de 2008

ALBUM FOTOGRÁFICO FAMILIAR (I)

RAÚL GOYBURU EZETA en compañía de su primera esposa, doña JOSEFINA TESOLINI SANGUINETI con quien estuvo felizmente casado a lo largo de treinta y seis años, enviudando en 1975. En esta fotografía ambos lucen en el atrio de la Iglesia de Nuestro Señor de Lúren en la ciudad de Ica. Febrero de 1965.

ALBUM FOTOGRÁFICO FAMILIAR (I)


RAÚL GOYBURU EZETA en su despacho del Comité Nacional de Deportes, como Jefe de la Dirección Nacional de Deportes. Junio de 1974.

ALBUM FOTOGRÁFICO FAMILIAR (I)


RAÚL GOYBURU EZETA en el estudio de RADIO UNIÓN, durante una de las emisiones diarias de PREGÓN DEPORTIVO. Julio de 1974.

MENSAJE

El periodista Carlos Enrique Castro Maya ha tenido la fina atención, no excenta de una conmovedora dosis de nostalgia, al enviarnos el siguiente mensaje:

Estimados señores:
Los felicito por su blog en el que publican el tesoro periodístico que dejó ese GRAN SEÑOR que se llamó Don RAÚL GOYBURU EZETA. Tuve la suerte de trabajar al lado de él en el recordado programa "Pregón Deportivo" con otro GRAN MAESTRO de la radio como fue Don ÓSCAR ARTACHO MORGADO.
Desde niño fui un fiel oyente de ese programa, y ya adolescente, sin temor alguno y con cierta experiencia radial, fui a solicitar una oportunidad de trabajo a ese plantel, pedido que me fue aceptado. Era el mes de julio de 1980, y desde ese momento alterné con él, con el señor Artacho, con otro personaje simpático y querido como fue don MIGUELITO DE LOS REYES, y otros como Pepe Quelopana, Marco Aurelio Hidalgo, Pedro Mina, Raúl Maraví, Jorge Soria, Roberto Ognio, Luis Rubín, Marcio Soto, Pepe Olivera, Raúl Romero Cadillo, Alejandro Madrid, Guillermo Alcántara, Juan Velarde, Héctor Zúñiga, Alejandro Arias, entre otros.
Con esos grandes del periodismo deportivo radial estuve hasta diciembre de 1983. Me pongo a disposición de Uds, para colaborar con algunos recuerdos para su blog.
Muchas gracias por su atención.
Atentamente,
CARLOS CASTRO MAYA
Periodista Deportivo
P.D.: El destino ha hecho posible que llegue a este blog. Ingresé a Google para buscar informaciones del partido Perú vs. Inglaterra de 1959 y encontré esta hermosa joya. Gracias.
Respuesta
Estimado señor Castro:
Los hijos y nietos de Raúl Goyburu Ezeta, agradecen sus emocionadas y evocativas expresiones y desde ya abren las puertas de este espacio para todos los valiosos aportes que quiera usted enviar.
Con sincero aprecio reciba un caluroso saludo.

lunes, 18 de agosto de 2008

GALERÍA DE FOTOS


Raúl Goyburu Ezeta entrevistando para Pregón Deportivo, al famoso arquero colombiano Efraín Sánchez más conocido como "El Caimán", instantes previos al partido en el que Colombia eliminó a Perú de la Copa del Mundo que se iba a jugar en Chile. El resultado fue un catastrófico 1-1.



Raúl Goyburu Ezeta con el señor Jorge Orth, destacadísimo entrenador de fútbol y estratega de orígen magyar que condujera a la legendaria Selección Peruana de Fútbol durante el Sudamericano de Buenos Aires en 1959. La foto fue publicada por el diario Ultima Hora, el sábado 25 de junio de 1960.









Fotografía del general Juan Domingo Perón, Presidente de la República Argentina, dedicada a don Raúl Goyburu Ezeta, durante una visita a la ciudad de Buenos Aires. La dedicatoria reza así: "Con toda estimación al Sr. Raúl Goyburu de Radio Colonial de Lima-Perú.

JUAN DOMINGO PERÓN

Marzo de 1948

lunes, 28 de julio de 2008

FIORAVANTI Y RAÚL GOYBURU EZETA


Poco después del Sudamericano de Lima, Raúl Goyburu Ezeta recibe esta carta de su distinguido amigo, el brillante narrador de fútbol y periodista argentino don Joaquín Carballo Serantes, más conocido por su seudónimo: FIORAVANTI. Para quiénes hoy en día desconoczcan el gran calibre de esta personalidad, nos hemos tomado la libertad de reproducir parcialmente el artículo publicado en Diario 12 y escrito con meridiana agilidad y encanto por el periodista argentino Daniel Guiñazú.


En su lectura podrán encontrar un vívido retrato de lo que fueron las grandes jornadas futbolísticas trasmitidas a través de la radio. Un medio en el que se desarrolló Raúl Goyburu Ezeta tan asociado a don Oscar Artacho Morgado, argentino de nacimiento y peruano por adopción, quien trajo desde los porteños rincones del barrio de Liniers un estilo inspirado en Fioravanti y que revolucionó el estilo narrativo de los partidos de fútbol en el Perú.



FIORAVANTI


Una costumbre argentina, la de escuchar fútbol por la radio, cumplió recientemente 80 años sin que nadie se diera cuenta. En 1924, coincidiendo con el partido en que Cesáreo Onzari convirtió el primer gol de corner de todos los tiempos y el seleccionado argentino le ganó por 2 a 1 a Uruguay en la vieja cancha de Sportivo Barracas, por LOR Radio Argentina, Horacio Martínez Seeber, un inquieto radioaficionado interesado también por el periodismo, y Atilio Casime, jefe de Deportes del mítico diario Crítica, transmitían el primer partido de la historia; sin saberlo, ataban un lazo emotivo que, a lo largo de ocho décadas, viene uniendo la máxima pasión nacional con varias generaciones de hinchas.

El choque entre Argentina y Uruguay, que estrenaba el título olímpico ganado poco antes en Colombes (Francia), se disputó un 2 de octubre, aunque debió haberse jugado poco antes, el domingo 28 de septiembre. Pero la multitud desbordó las tribunas del estadio y el partido se suspendió a los cuatro minutos del primer tiempo. Radio Argentina, la emisora pionera de la radiotelefonía nacional que había iniciado sus emisiones en 1920, narró los tumultos e incidentes en las voces de Martínez Seeber y Casime. Y decidió retornar a la cancha el jueves 2 de octubre para contar los 86 minutos restantes.
No se trató de un relato clásico, del tipo de los que en hoy en día se escuchan, sino de una simple descripción de las incidencias del juego. Martínez Seeber, un profundo conocedor de los aspectos técnicos de la radiotelefonía, tenía la licencia oficial de radioaficionado número 1, otorgada por el Ministerio de Marina y, esa tarde, hizo a la vez de relator, comentarista y técnico. Instaló tres micrófonos en el puesto al borde del campo de juego: uno para él, otro para Casime, y el tercero de ambiente para registrar el enorme bullicio del partido internacional.El primer relato íntegro data de 1927 y se lo atribuyó a sí mismo Tito Martínez Delbox, quien dijo haber narrado para Radio Nacional (hoy Radio Belgrano) el partido entre Sportivo Barracas y Estudiantil Porteño por el campeonato de la Asociación Amateurs Argentina, utilizando un teléfono candelero y con don Jaime Yankelevich, el dueño de la emisora, como técnico operador. Allí dio comienzo una historia que reconoce cuatro nombres sobre los que no hay dudas: cada uno con lo suyo y en el orden que se prefiera, Lalo Pelliciari, Fioravanti, José María Muñoz y Víctor Hugo Morales han sido los más grandes, los relatores que marcaron su tiempo.
(…)

Sin embargo, para los mayores, no hubo ni habrá nadie como Fioravanti. Joaquín Carballo Serantes (tal era su nombre completo) fue el creador de la transmisión tal cual se la conoce ahora, el primero en todo. Relató desde un cabina ubicada en lo más alto del estadio y no desde el borde del campo o en la platea para evitar que se cuelen los insultos de los espectadores. Creó las conexiones para tener al instante todo lo que sucedía en las otras canchas. Tuvo durante años un auspiciante único (cigarrillos Caravana, Bodegas y Viñedos Giol) para que las largas tandas y las voces de sus locutores comerciales no consumieran los mejores momentos de los partidos. Y al final de sus programas resumía la jornada con una vibrante síntesis que remataba con la repetición del relato de los goles.”Más que un relator, soy un narrador”, acostumbraba a definirse a sí mismo Fioravanti. Y era tal cual: posaba su voz sobre el partido, acompañando las acciones y subrayaba los momentos de mayor emoción, con un lenguaje pulcro, tan elegante que enriquecía el vocabulario de quienes lo escuchaban. Los lunes, en las escuelas, los chicos les preguntaban a sus maestros el significado de tal o cual palabra porque el domingo la habían escuchado de su boca. Fioravanti fue el número uno, el más popular en los ’40 por Radio Splendid y en los ’50 por El Mundo. En los ’60 debió adaptar su estilo ante la aparición de Muñoz en el aire de Radio Rivadavia. Tuvo que hacerse más enfático sin perder buen gusto y lo consiguió hasta su retiro en 1972, 31 años después de su debut.
(…)

Hoy tocan tiempos ingratos: la televisión le pelea espacios a la radio, las empresas no invierten en sus transmisiones y hoy ya no se asocian como antes los grandes acontecimientos deportivos con las voces enronquecidas de los narradores.
Sin embargo, después de ochenta años, la magia no se extingue. La radio no puede estar sin el fútbol. El fútbol, tampoco sin la radio.

jueves, 24 de julio de 2008

SOCIO VITALICIO DE LA U


Carta de aceptación de don Raúl Goyburu Ezeta a la Junta Directiva del Club Universitario de Deportes por su designación como Socio Vitalicio de la institución.

BREVE PARÉNTESIS EPISTOLARIO I



SOCIO VITALICIO DE LA U


La presente reproducción del original, corresponde al oficio 242-74 que remiten a don Raúl Goyburu Ezeta, el doctor Carlos Melzi, Presidente del Club Universitario de Deportes y su Secretario el doctor Jorge Neyra con el objeto de comunicarle su designación como Socio Vitalicio del Club Universitario de Deportes.


La vinculación afectiva de don Raúl Goyburu con la "U", data de la fundación misma del club, gracias a su estrecha amistad juvenil con los fundadores del club, tales como los doctores Plácido y Luis Galindo Pardo, los señores Mario Pacheco y Alberto Denegri, el doctor Jorge Alba (que llegó a ser arquero titular), el arquitecto Luis Souza Ferreyra y el señor Eduardo Astengo Campodónico, todos ellos campeones de 1929 y que demostraron garra, pasión y entrega por la crema de sus amores dentro y fuera del campo, imponiendo esa tradición de hidalga virilidad que campea hasta el día de hoy, cual pasado, presente y futuro de la primera institución futbolística del Perú.

Esta entrañable carta resume también años enteros de amable vinculación con esta noble institución y con distinguidos dirigentes relacionados con Raúl Goyburu Ezeta a quiénes hoy recordamos por sus indiscutibles méritos de dirigentes deportivos, de honorables caballeros y de amigos de valía: el doctor Carlos Melzi, respetuoso y tolerante conversador de innegables virtudes y cabal bonhomía; el ingeniero Rafael Quirós Salinas hombre culto hombre y de finezas que condujera siempre a la "U" con acierto y eficacia y que compartiera también con Raúl Goyburu, con el pecoso Dammert y otros amigos de aquella temprana juventud de los años XX, memorables partidos de fútbol en el Club Lawn Tennis de la Exposición; el ingeniero Jorge Góngora, de tertulia nerviosa y ocurrente al borde del campo durante las prácticas del primer equipo; el señor Francisco (Paco) Zariquey campechano y querido dirigente de las divisiones inferiores; el señor Norberto (Cachipampa) Delgado, gran e impenitente conversador, acucioso crítico e indesmayablemente vinculado al club desde sus orígenes; el doctor Jorge Alva Flores que llegó al club en 1967 para convertirse en todo un símbolo de la "U" y de la medicina deportiva en el país al lado de don Antonio Vera y Burga, kinesiólogo histórico y paramédico práctico que le dedicó al club casi medio siglo de nobles servicios; y como todos ellos, muchos más que la nostalgia y la emotividad del recuerdo nublan de nuestra agradecida memoria.
Raúl Goyburu Ezeta perteneció al Club Lawn Tennis de la Exposición, como servidor de la Caja de Depósitos y Consignaciones (hoy Banco de la Nación) fue designado Presidente del Club Sporting Tabaco antes de que este club fuese adquirido por la Cervería Backus & Johnston; sin embargo en lo íntimo de sus amores, siempre estuvo vinculado a la "U". De él con toda seguridad, podríamos decir que llevaba consigo una sola divisa deportiva: he sido, soy y seré siempre, hincha del Club Universitario de Deportes.

lunes, 21 de julio de 2008

50 AÑOS DE LA COPA DEL MUNDO 1928 - 1978





CUARTA ENTREGA: JULES RIMET


Por RAÚL GOYBURU EZETA (Lima, Perú 1977)


La decidida acción del dinámico delegado del fútbol de Francia, M. Jules Rimet, permitió despertar nuevamente la esperanza de una definitiva acción para concretar la primera edición de la Copa del Mundo.

Sin embargo, pese a todos los esfuerzos, surgieron nuevos inconvenientes y los delegados de las asociaciones y federaciones afiliadas a la FIFA, llegaron a la conclusión de que era casi imposible llevar a la realidad la disputa del fútbol mundial; a pesar que por solicitud de los delegados Manning de Estados Unidos y Johansonn de Suecia, se había pedido dejar sin efecto la calificación de “amateur” para dar cabida a todos los jugadores de fútbol, iniciativa que no tuvo efecto alguno debido a la presión del Comité Olímpico Internacional y a la reglamentación que regía por ese entonces a los torneos olímpicos, la que fue aceptada sin modificaciones, terminando así con las posibilidades de hacer un fútbol libre y sin trabas.

Así transcurrió el tiempo hasta 1914 para que al término del congreso que, vuelto a reunir y con nuevas esperanzas, nuevamente la iniciativa se viera frustrada, esta vez por el advenimiento del la I Guerra Mundial.

La Gran Guerra, dejó en compás de espera todo lo planificado para realizar el primer campeonato mundial de fútbol. Un torneo ya concebido bajo unas reglas que no se interpusieran con el concepto de una competencia abierta a todas la asociaciones nacionales, libres y desembarazadas de las trabas de un amateurismo difícil de definir así como de controlar.

Monsieur Jules Rimet en su libro “La Copa del Mundo”, editado en 1955, refiere desde la óptica de su experiencia que ni al Comité Olímpico Internacional ni la FIFA, les correspondía comprobar la calidad de amateur de un futbolista porque ambos carecían de los medios fiscalizadores para ello. Rimet afirmaba que eran las autoridades nacionales y especialmente los comités olímpicos de cada país los llamados a hacerlo.

La importancia del torneo de fútbol como parte de los Juegos Olímpicos se veía menoscabada al limitarse a ser una competencia solamente posible a una sola categoría de participantes. En esa perspectiva estaba muy lejos de ser un verdadero campeonato mundial de fútbol. Mas bien, correspòndía ala FIFA instituir un torneo digno del título tan prestigioso de una competencia abierta a los equipos verdaderamente representativos de todas las asociaciones y federaciones nacionales afiliadas, sin distinción de categorías. Por este motivo, en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (1932), el fútbol fue eliminado de las competencias, pues perdía interés un torneo en condiciones tan severas que recortaba las aspiraciones de las naciones participantes.



UNA LARGA ESPERA

La espera fue realmente larga y tediosa para poder encontrar el momento adecuado de emprender nuevamente la batalla por el primer campeonato mundial de fútbol. De 1914 a 1918, la duración de la I Guerra Mundial, prácticamente ató de manos a quienes, desde años atrás venían insistiendo en esta gestión.

Las relaciones internacionales no eran las propicias para reunir nuevamente a los países, especialmente los europeos. Hubo, pues, que esperar la tan ansiada paz mundial para que las federaciones volviesen a tomar contacto entre ellas, siendo la primera tarea pendiente la de revivir a la propia FIFA.

Habiendo fallecido el señor Woolfalf en 1918 y no habiendo sido reemplazado en la presidencia del ente, pronto llegó el momento para que se gestara la primera reunión de post-guerra en 1919 bajo los auspicios de la Asociación de Fútbol de Bélgica en la ciudad de Bruselas. En 1920 se realizó una segunda reunión de delegados, esta vez en la ciudad de Amberes con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos, convocada por la Asociación de Fútbol de Francia.

Diecisiete países se hicieron presentes en Amberes, designándose un Comité Provisional que lo constituyeron los señores Oestrup de Dinamarca, Hirschmann de Holanda y Jules Rimet de Francia sobre quien recayó la Presidencia.


Continuará

lunes, 14 de julio de 2008

50 AÑOS DE LA COPA DEL MUNDO (tercera entrega)

TERCERA ENTREGA: LA ETAPA DECISIVA


Por RAÚL GOYBURU EZETA (Lima, Perú 1977)


La idea era que participaran todas las entidades organizadas del mundo, fueran estas asociaciones o federaciones nacionales, para que se constituyeran como parte fundamental de una empresa global, regidora del fútbol oficial en los campeonatos mundiales, completamente independiente del fútbol olímpico, sin más exigencia que una reglamentación que orientara y justificara la realización de los eventos de fútbol con intervención de todos los países del mundo.

Sin embargo, esta idea no se gestó en las vísperas de la realización del Primer Campeonato Mundial cumplido en Montevideo, Uruguay, en 1930. Dicha idea se había planteado en Europa 28 años antes.

A inicios del siglo XX, fue el holandés Hirschman, dirigente y representante de la Asociación Holandesa de Fútbol quien redactó el primer proyecto de un estatuto internacional, el 8 de mayo de 1902. El señor Hirschman puso en conocimiento de esta intención a Sir Frederick Wall, Secretario de la Asociación de Fútbol de Inglaterra, que regía las actividades del fútbol inglés desde su fundación en 1863, por lo que era de facto la decana de las asociaciones nacionales europeas.

Sir Frederick Wall, como buen aficionado y dirigente enterado, se interesó por el proyecto y lo sometió a la consideración del Consejo de su institución. De esta manera, proponiéndoselo o no, Sir Frederick había dado el paso inicial para lo que con el tiempo se conocería como Federación Internacional del Fútbol Asociado: era el 21 de mayo de 1904.



Los fundadores

En el congreso de Amberes de 1920 fue elegido como Presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) el francés Jules Rimet, uno de los dirigentes más empeñados en llevar a la realidad el soñado primer campeonato mundial de fútbol.

Los fundadores de la joven institución que iba a regir los destinos del fútbol en el mundo habían elaborado un Proyecto de Estatuto, en cuyo artículo noveno se disponía lo siguiente: “solamente la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) tendrá derecho a organizar un Campeonato Mundial de Fútbol”. Y como para confirmar que no se trataba solamente de un documento más, en la fecha decidieron la organización del I Campeonato Mundial de Fútbol para lo cual encargaron al señor Hirschman la redacción del reglamento respectivo.



TEXTO DEL PRIMER REGLAMENTO DE TORNEOS DE FÚTBOL

Como podrá observarse a continuación, el texto de este proyecto de reglamento no se refiere a un Campeonato Mundial sino a competiciones entre clubes asociados a asociaciones o federaciones nacionales. Sin embargo es un texto, a pesar de su sencillez y simplicidad, a ser tomado en consideración como un hito o referencia importante para lo que posteriormente será el reglamento de la Copa del Mundo.

Artículo 1º.- El Campeonato Mundial de Fútbol, será disputado cada año al final de la temporada. Un campeonato entre diversos equipos campeones de cada país y que pertenezcan a una de las asociaciones nacionales afiliadas a la FIFA.

Artículo 2º.- En cada congreso anual será designada la asociación o federación nacional que se encargará de la organización del campeonato del año.

Artículo 3º.- El campeonato se jugará por el sistema de eliminación. El orden y las fechas del mismo será establecidos por la Secretaría de la FIFA.

Artículo 4º.- Los gastos de viaje de los equipos participantes estarán a cargo de sus respectivas asociaciones o federaciones nacionales.

Artículo 5º.- Los gastos de organización estará a cargo de la asociación o federación nacional del país en el que se dispute el torneo.

Artículo 6º.- Los beneficios netos serán repartidos entre las distintas asociaciones o federaciones nacionales participantes.

Articulo 7º.- Al equipo vencedor le serán entregadas sendas insignias de oro donadas por la FIFA.

Artículo 8º.- Los equipos contendores no podrán alinear a ningún jugador ajeno a los registros de su asociación o federación.


ASOCIACIONES FUNDADORAS DE LA FIFA

Fueron siete las asociaciones fundadoras de la FIFA: Francia, Bélgica, Holanda, España, Suiza, Dinamarca y Suecia. Posteriormente, en el Congreso de París de 1905 se afiliaron las asociaciones de Alemania, Inglaterra, Austria, Italia y Hungría. De esta forma la participación de doce instituciones afiliadas le abría las puertas a la FIFA para intentar organizar el Primer Campeonato Mundial de Fútbol, constituyendo el primer intento de serie o grupos de la siguiente forma:

GRUPO UNO: asociaciones pertenecientes del Reino Unido.

GRUPO DOS: España, Francia, Bélgica y Holanda.

GRUPO TRES: Suiza, Italia, Austria y Hungría.

GRUPO CUATRO: Alemania, Dinamarca y Suecia.

Por ese entonces no se consideró a ningún país del bloque americano. Las instituciones sudamericanas no se habían presentado hasta esa fecha a ninguno de los congresos realizados para tal efecto, por consiguiente no fueron reconocidas como afiliadas a la FIFA.

En principio la Asociación Suiza de Fútbol quedó designada a su solicitud, para organizar el I Campeonato Mundial de Fútbol. Problemas insuperables impidieron que así sucediera y Suiza debió de esperar hasta 1954 para ser la sede oficial. Se había frustrado así en aquel lejano año de 1906 el primer intento por llevar a la realidad un torneo mundial de fútbol. Fue preciso que dos décadas pasaran para que la idea reviviera y se concretara el primer torneo del mundo.


Continuará

miércoles, 9 de julio de 2008

50 AÑOS DE LA COPA DEL MUNDO (segunda entrega)

FÚTBOL: 50 AÑOS DE LA COPA DEL MUNDO 1928 – 1978


SEGUNDA ENTREGA: LOS PRIMEROS PASOS

POR RAÚL GOYBURU EZETA (Lima, Perú 1977)


Desde los tiempos del fútbol netamente amateur, en las competencias olímpicas, solo estaba permitida la participación de jugadores no profesionales como integrantes de los representativos nacionales. En las primeras competencias a nivel olímpico, se consideraba que los equipos estuvieran integrados por jugadores que no recibieran estímulos, ni que gozaran de prerrogativas económicas que superaran lo establecido por el reglamento correspondiente.

Sin embargo, conforme fueron desarrollándose los torneos de fútbol en los Juegos Olímpicos, la tendencia al profesionalismo se fue acentuando como parte de las necesidades de los jugadores y como una ayuda a su dedicación; y esta no fue otra que la del incentivo económico, el mismo que iba a permitir recompensar el tiempo empleado en la preparación a estas competencias de carácter internacional.

La práctica del fútbol ya no permitía que un jugador destacado pudiera dedicar un tiempo sin el reconocimiento material a su esfuerzo y superación; por lo tanto, sometido a un trabajo técnico, físico y responsable acorde con la jerarquía mundial que iban tomando los Juegos Olímpicos. Ya no era posible que sin esas facilidades un jugador llegara a su mejor estado a fin de obtener un rendimiento potente y serio.

La tendencia no-amateur comenzaba a tomar cuerpo no solo en el fútbol europeo, en el que ya se manifestaba el profesionalismo, tal vez disfrazado o escondido, pero en el que ya se afirmaba la calidad con la que se iban preparando y presentando las selecciones nacionales. Así el profesionalismo dejó de ser un fantasma que asustaba a la dirigencia olímpica para convertirse en la expresión de una nueva época de avanzada; una época que tenía que desprenderse del espíritu amateur del olimpismo para evolucionar con un sentido práctico, dejando atrás el sentimentalismo romántico que al parecer ya no encontraba cabida en el fútbol contemporáneo.

Hoy en día*, por rejemplo, en la mayoría de los países que pertenecen al sistema socialista, los jugadores de fútbol y en general los deportistas supuestamente amateurs, tal y como los definen los reglamentos olímpicos, han venido ofreciendo un comportamiento de fachada con el que se les permite representar a sus respectivos países, de modo tal que no se les pueda acusar de profesionales, cuando en realidad se trata de deportistas rentados a tiempo completo.

Ese falso amateurismo fue lo que alertó desde un principio a un grupo de dirigentes, cuya afición y cariño por el fútbol en este caso, pensaron que los más lógico y leal sería el no hacer diferencias entre amateurs y profesionales, bajo el concepto de concretar un fútbol más consistente y atractivo, pero sobre todo, un fútbol de avance positivo en la superación técnica, física y moral del practicante; con lo que se ganaría en calidad tanto en lo deportivo así como en lo espectacular.

Se pensó que el futuro del fútbol a nivel mundial podría establecerse sobre la base de requisitos más realistas, en los que no se opusieran los conceptos de amateur y profesional, sin ninguna discriminación y con el objetivo de propiciar un fútbol sincero, sin trabas para el practicante al que únicamente se le reconocería como jugador de fútbol.

Fue así que los dirigentes se vieron en la necesidad de crear otro tipo de competencia distinta a los Juego Olímpicos y al Comité Olímpico Internacional: sin saberlo había comenzado a germinar la célula que daría inicio a la FIFA y al Campeonato del Mundo.
* A.D. 1977

Lima, Perú – diciembre de 1977.

RAÚL GOYBURU EZETA

(Continuará)

viernes, 18 de abril de 2008

50 AÑOS AÑOS DE LA COPA DEL MUNDO (primera entrega)



FÚTBOL: 50 AÑOS DE LA COPA DEL MUNDO
1928 – 1978


PRIMERA ENTREGA: DE MONTEVIDEO, URUGUAY 1930 A
ARGENTINA 1978

POR RAÚL GOYBURU EZETA (Lima, Perú 1977)


I. Presentación.

Se ha escrito y se seguirá escribiendo sobre fútbol, la actividad y el espectáculo deportivo más apasionante de todos, cuyo espíritu está incrustado en el alma de los pueblos de todo el mundo. Porque el fútbol es manifestación inconfundible de emociones que atraen, enardecen y vuelven locas a las multitudes. Por eso es el más popular y atractivo de los espectáculos, no solo para el aficionado cotidiano sino para todo aquel que entra en contacto con el inusitado colorido de la contienda que atrae multitudinarias audiencias de toda condición social y económica que, a través de la tribuna, la radio o la televisión, se olvidan de todo lo que los rodea a lo largo de los 90 minutos de juego.

El fútbol, como cualquier otra disciplina deportiva, está regido por principios de disciplina física, técnica y sicológica; valores que precisan mantenerse para preservar la pureza de la práctica. A pesar que durante la disputa, al calor de las muchedumbres, el triunfo aparezca como lo más importante, a menudo vinculado a sentimientos extradeportivos y que se confunden con un patrioterismo fácil, una suerte de chauvinismo que siempre pretende asociar los partidos de fútbol con las cuestiones nacionales.

Sin embargo, al involucrase el fútbol con diferentes aspectos de la vida de un país, resulta con frecuencia que los organismos oficiales de las federaciones nacionales se vean rodeados por los poderes del Estado que ven las actuaciones de los seleccionados como patrimonio de la nación.

En resumen, no se puede negar que el fútbol ha logrado como espectáculo-deporte, algo excepcional que no tiene comparación alguna. Estamos frente a una atracción contagiante, multitudinaria y de dimensión universal. Es por eso que una final de la Copa del Mundo, paraliza incuestionablemente la vida normal del mundo entero.

Esta Historia de los Campeonatos Mundiales de Fútbol que hoy ofrezco a todos ustedes, amables lectores, es el resultado de diversos apuntes que a lo largo del tiempo he venido madurando bajo un perfil técnico y también estadístico. Pues varios han sido los autores que han reunido datos de la mayor importancia con la mejor intención de llegar hasta el público aficionado. Una sana intención que espero lograr complementando a lo ya dicho con nuevos perfiles y ángulos sobre los mundiales realizados.

Así, mi trabajo se orienta a presentar la historia de los campeonatos mundiales de fútbol, en las mejores condiciones introduciendo el tema de las estadísticas desde 1928, cuando se concretó la organización oficial bajo el control de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) hasta la edición que tendrá lugar en 1978 en Argentina.

Como de otros autores, entre quienes incluyo a Monsieur Jules Rimet, ya fallecido y del que he tomado información extremadamente valiosa de su libro “La Copa del Mundo”, editado en 1955; he intentado recopilar y sumar a mi propio esfuerzo los datos más fidedignos, ordenados de la mejor manera posible para lograr mi objetivo: legar al Fútbol algo que pueda servir como un referente historiográfico de los hechos ocurridos durante los últimos cincuenta años de los torneos mundiales, estrechamente vinculados a la historia y al desarrollo institucional de la FIFA.

Así, en este libro se podrá apreciar una trayectoria de las informaciones desde el primer campeonato mundial realizado en Montevideo en 1930, hasta el décimo primer torneo que se realizará en Argentina el próximo año: cincuenta años de la Copa del Mundo.

Espero que este largo esfuerzo, encuentre en usted amigo lector y aficionado, así como en las autoridades responsables, un documento hábil y funcional de carácter técnico y estadístico.

Lima, Perú – diciembre de 1977.

Raúl Goyburu Ezeta.

PERÚ VS. ESCOCIA - ARGENTINA 1978

A continuación les ofrecemos un extracto del comentario previo al partido entre las selecciones nacionales del Perú y Escocia, durante la Copa del Mundo celebrada en la República Argentina en el año 1978. En dicho comentario, Raúl Goyburu Ezeta, enfatiza el hecho de la serie eliminatoria en la que le ha tocado competir al seleccionado nacional del Perú y sus posibilidades. También llama la atención, hoy en día, cómo en esa época lo que ahora conocemos como Reino Unido (UK siglas en inglés) compuesto por Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte; era sencillamente reducido al genérico de Inglaterra. También llama la atención que pese a que el seleccionado inglés se hiciera de la Copa Jules Rimet en 1966 celebrada en la misma Inglaterra (campeonato muy discutido en su época por fuertes rumores de favoritismos y amañamientos en favor de los ingleses), el fútbol del Reino Unido no tuviera la proyección de la que goza en la actualidad (como la prestigiosa Premier League) y más bien se caracterizaba por su espíritu localista y cerrado. No olvidemos que a fines de la década de los 50, el seleccionado inglés vino a Lima y se enfrentó a un improvisado seleccionado local que le propinó una colosal goleada de 5 x 1. Así cambian los tiempos.

jueves, 17 de abril de 2008

ALEJANDRO VILLANUEVA, EL MAESTRO




ALEJANDRO VILLANUEVA, EL MAESTRO

Glosa deportiva por Raúl Goyburu Ezeta
(Década de los 60)


El fútbol, deporte popular introducido profundamente en el corazón del pueblo, tiene como todas las cosas en la vida, sus instantes de alegría así como de tristeza. Aquí, en nuestro medio, recordamos el día de hoy un episodio triste, tan triste que para quienes vivimos de cerca su drama, no hemos podido evitar tal vez un sollozo y hasta una lágrima.

El fútbol, como ningún otro deporte se vive intensamente y se siente muy dentro la emoción de su belleza: se goza y se sufre porque en estas dos manifestaciones opuestas del sentimiento, está toda la fuerza del espíritu. El fútbol se vive en la felicidad y también en el drama de nuestros ídolos.

… Había conocido a un joven jugador de fútbol cuando iniciaba su carrera deportiva: su nombre, Alejandro Villanueva más conocido como “Manguera” y con el tiempo… “El Maestro”. Era alto, espigado, de tez morena, color del ébano, con una figura más de torero que de futbolista. De ojos grandes, melancólicos y apacible serenidad, así como de enigmática expresión a la hora de definir mejor sus rasgos fisonómicos.

Lo vi. jugar por primera vez, vistiendo los colores blanco y azul del Alianza Lima. Inmediatamente me di cuenta que Alejandro Villanueva era el tipo de jugador nacido para el fútbol, era un de esos atletas que iría muy lejos, aunque a la postre no fue tanto como pudo haberlo hecho, porque si Manguera no hubiera sido tan criollo y tan bohemio… otro hubiera sido su destino. Pero cada hombre, dicen que nace con su destino grabado, porque para El Maestro, como le había bautizado la prensa y su hinchada, la gloria y el dinero, lógica consecuencia de ella, no eran para él lo más importante. Para este hombre solo tenían importancia la amistad y… el compadrazgo, como solía distinguir a sus íntimos.

Alejandro alcanzó la cúspide de la popularidad deportiva en su fútbol. En ese fútbol que él había creado, estilizado con expresión e inspiración de ballet. Había llegado a dominar el balón a tal extremo que éste parecía imantado a sus botines de juego, como obedeciendo su voz para la realización cerebral del momento, sin errores, sin fallas.

El Maestro vivió así los instantes más gratos del éxito, la popularidad y la admiración; una admiración de la que gozó con el respeto y cariño multitudinario no solo de su hinchada y amigos, sino de toda la afición del Perú. Su nombre regó los surcos de Costa, Montaña y Sierra. Un caso raro, de excepción porque matizó su vida deportiva con la bohemia del criollo de pura cepa, entreverando el fútbol con el rasgar de las guitarras.

Manguera no entrenaba, porque en verdad su constitución física endeble no le permitía esos lujos. Jugó al fútbol a su manera porque había nacido para ello, sin correr, sin esforzarse, no lo necesitaba porque como él mismo decía: “la que debe correr es la pelota, para eso es redonda…” Y mientras corría la pelota, corrieron también los días del éxito y la popularidad así como las noches de jaranas interminables.

Sin embargo, Alejandro Villanueva, no solo maravilló a su público sino que extendió su maestría por el resto de América, Asia y Europa. Así hizo transcurrir su vida, entre el fútbol estilizado, afiligranado y brillante con la bohemia de la chicha y la marinera. Estaba marcado que nunca iba a pensar en su futuro así como tuvo la menor idea del indetenible paso del tiempo. Por ello, cuando se sintió enfermo, física y moralmente derrotado, no pudo calcular cuantos años habían transcurrido desde su tierna niñez hasta el ocaso de su propia vida.

Este fue un hombre que no quiso creer en el final. En el final de las cosas, en el término de las cosas. Insistió y creyó que retornaría a las canchas y a sus días de triunfo. Y cuando intentó hacerlo en el mismo escenario de sus tardes de gloria, su propio público, sus propios admiradores y su propia hinchada le revelaron la odiosa realidad. Dolorosa respuesta para un ídolo caído, recibir de aquellos que un día lo aclamaron con delirio, que lo elevaron al trono de su reinado futbolístico, el ingrato rechazo a su maltratada figura de gladiador derrotado.

Injusto pago para quien hasta hacía muy poco tiempo, había hecho enloquecer a las graderías de emoción para extasiarse en la belleza de su arte futbolístico. Una puñalada amarga de ingratitud que El Maestro sintió en el centro de su corazón.

Alejandro Villanueva dejó las canchas cabizbajo, con una figura que parecía alargarse más que antes con la mueca inconfundible del drama sellada en su rostro: el dolor final de una vida intensa, inconcientemente saboreada y desperdiciada. Una cama del Hospital Dos de Mayo fue su último refugio, en cuyo partido final enfrentó aun rival que nunca perdona: la muerte.

A pesar de todo, se fue serenamente, con la misma sobriedad y clase que había exhibido en sus mejores momentos de gloria deportiva. Cantó su última jarana y rasgó los acordes finales de su guitarra e hizo el macabro pase de la muerte. En su agonía sintió el bullicio de las tribunas y el aplauso de su público, de esa hinchada a la que no le guardó rencor, porque antes de sonar el pitazo de su último partido, en sus labios balbuceantes pidió: “vístanme con el uniforme y los colores de mi Alianza Lima, porque siempre la llevé en mi corazón y me la llevaré para toda la eternidad.”

Así fue Alejandro Villanueva, El Maestro, Manguera, el más brillante jugador que haya nacido en el Perú: futbolista y bohemio que amó y se llevó de la vida, finalmente, lo que más quiso de ella: el azul y blanco del club de sus amores. Así es el fútbol con sus alegrías y sus tristezas; donde se goza y se sufre, tal vez por ello esté tan profundamente incrustado en el corazón del pueblo.

¡Gloria eterna al Maestro! ¡Inolvidable y siempre presente en el fútbol del Perú!

miércoles, 16 de abril de 2008

RAÚL GOYBURU EZETA


Callao, 22 de abril de 1908 - Lima, 27 de septiembre de 1989

martes, 15 de abril de 2008

ATLÉTICO CHALACO, el fortín del puerto







ATLÉTICO CHALACO: EL FORTÍN DEL PUERTO

Glosa deportiva por Raúl Goyburu Ezeta.


Para hacer recuerdos, para hablar de historia, para saborear gratos momentos del deporte nacional, hay que hablar del Callao, del viril puerto chalaco, rincón del Mar Pacífico, orgullo de la peruanidad.

Cancha de la Mar Brava, de la tierra mía
Alma deportiva del ¡chim pum Callao!
En viejos domingos, ¿quién no te invadía?
Iba el palomilla y hasta el más pintao.

En La Punta, nada o salta potreros.
Practica el atletismo. Juego el Voleibol.
Así es la Chalaca de ojos altaneros,
Asidua del cine y aplaude el fútbol.




Para el hombre del puerto, envuelto en las redes pesqueras de noches y madrugadas en medio del mar. Para los bronceados hombres fuertes del primer puerto peruano. Para esa juventud que a través de toda la historia del deporte nacional ha escrito páginas de oro en el libro de los recuerdos, con las jornadas más hermosas y emotivas del Callao. Para ese puerto de pescadores y deportistas, del ¡chim pum! símbolo de la furia porteña a cuya sola voz se alza el espíritu de sus hombres y el corazón de sus mujeres y que cuando la emoción y el alma han rebasado los templados nervios de su juventud a la voz de ¡se salió el mar!, para todos ellos que traen a nuestra memoria días de sublime remembranza a las orillas de la romántica Mar Brava, cuyas noches de luna bañan con tinte de plata el amoroso coloquio de la Arenilla.

Muro del Aromito
Criollo con sus conchas.
Medio por un bonito
Sin pesqueras ni tronchas.

¡Oh Pampa de la Mar Brava
Que el tiempo se llevó!
El fútbol que yo alabo
Tu salitre gustó.


El porteño chalaco, puro y viril, sigue su propia vida y gesta su propio destino. Por eso, el deporte chalaco lleva en sus venas la hirviente sangre de su calor juvenil. Permanente, ilimitado, sincero y valeroso. Si fuéramos a hacer historia del deporte en el Callao, deberíamos empezar por el principio y al hacerlo, comenzar por señalar lo que representa su historia y su valor encerrados en tres palabras: Club Atlético Chalaco, la institución deportiva en cuyos viejos pergaminos está impreso el ayer y hoy del deporte del Callao, el club que es alma y tradición del primer puerto peruano, fundido en las brasas ardientes de las aulas escolares del Instituto Chalaco.

Corría el año de 1902, cuando un grupo de inquietos jóvenes de la época fundó lo que a través de los años se constituiría en el símbolo viviente de la valerosa juventud chalaca. Al recordarlo, es como pasar las viejas páginas de un amarillento álbum de glorias y hazañas que perviven en la perennidad del corazón y el espíritu de esa buena gente porteña: sencilla, deportiva y patriótica, como la hermosa casaquilla del Atlético Chalaco que desde su primera luz resplandeció en los colores rojo y blanco para mantener latente la insignia de la Patria.

Al seguir pasando estas hojas trajinadas por los años, nos embarga la emoción cuando encontramos en ellas los más hermosos y gratos ejemplos de figuras chalacas que brillaron con luz propia en el firmamento del deporte nacional.

¡Oh fútbol chalaco que en las Chacaritas
Vistió su entusiasmo, volcó al callejón.
En tren o en tranvía, miles de banderitas
En himnos de triunfo, pintó la emoción.

Así el fútbol se metió profundamente en el corazón de estas gentes de mar, de esos pundonorosos incondicionales que convirtieron al Atlético Chalaco en el Fortín Deportivo del Callao. De los Carbajo a los Saldarriaga, Martínez, Punte, Dañino, Arana, Salas, Fajardo, Durán, Ureta, Almenara, los Alcalde y tantos otros auténticos y fieles deportistas que se entregaron con alma, corazón y vida al servicio de su querido Chalaco y su entrañable puerto.

Poza de San Vicente
Y la Quinta Carmela.
De la alegría urgente
Al trago y la vihuela.

Callao de los campeones
De fútbol y natación.
Muy alto son tus pendones
De gloria y tradición.

El Club Atlético Chalaco ha recorrido sus años y su vida institucional dentro de una trayectoria que enorgullece no solo al deporte porteño, sino que el prestigio y categoría que esta querida y vieja institución del puerto supo conquistar, le permitió sentar sus reales a nivel nacional. Y es que el deportista porteño se caracteriza y define por una peculiaridad muy propia, casi exclusiva, que representa su profundo amor por todo lo que significa su Provincia Constitucional y que podríamos definir como la Furia Porteña: valor, decisión así como un inquebrantable espíritu pleno de coraje deportivo.

Sin embargo, Atlético Chalaco no nació precisamente para el fútbol, sino que fue el críquet, ese deporte inglés que por esos tiempos había inquietado a los deportistas del puerto, quien le dio partida de nacimiento. Pero… el tiempo se encargó de dar forma y atracción a su destino y los chalacos no pudieron escapar a la nueva y arrolladora fuerza con que hizo su aparición el que se convertiría en el rey de los deportes: el fútbol.

El Gálvez se lucía
allá en Santa Beatriz
donde el Alianza se erguía
en su escuela directriz.

¡Oh gran fútbol glorioso
Del Juan Vielovusic,
Maestro portentoso
Que en otros tiempos vi.

El Club Atlético Chalaco, como todo lo auténtico y valioso, posee una historia de alegrías y éxitos, pero también de amargos instantes en los que pese al esfuerzo de sus directivos ha transitado por caminos difíciles y pedregosos que solo ha podido superar por el coraje de su propia gente, cual Ave Fénix, poseedor de una fuerza irreductible que lo ha mantenido siempre como el centinela de noches y días que parecían interminables, para resurgir siempre al calor de la lucha, cual timonel de su querida Provincia de añoranzas, de éxitos y de fracasos, con el propósito de llevarla siempre a puerto firme y seguro.

Entonces se decía:
¡Mamita los chalacos!
Y en Lima se aturdían
La gente y los cachacos.

Así ha sido, así es y así será el Chalaco, institución de indudable categoría y orgullo para ese fortín deportivo que es el Callao. Dentro del fútbol peruano, este club ha cumplido una larga y meritoria campaña desde los lejanos días de sus primeras intervenciones futbolísticas frente al Lima Cricket, tiempos aquellos de la antigua y hoy desaparecida cancha de los ingleses: Santa Sofía.

En esa perspectiva van y vienen nombres que seguramente para las nuevas generaciones no representan siquiera un recuerdo por lo lejano, como los hermanos Claudio y Humberto Martínez, y el abuelito Telmo Carbajo, auténticos símbolos del deporte chalaco; y la lista continúa… los Alvarado, Durán, Almenara, Mendizábal, Calderón, Castillo, Nuñes, Ramírez, Morales y tantos otros…

Fútbol de los Martínez.
Epopeya triunfal
Cual potro que sus crines
Sacude el vendaval.

Cosas del gran Gambetta.
Del chalaco emoción.
Noches de retreta
Allá en el malecón.

Con el paso de los años, Atlético Chalaco, el decano del deporte del Callao, vio nacer en su propio reducto a otra institución que se convertiría con el tiempo en su más encarnizado y clásico rival deportivo: el Club Sport Boys Association. Un hito en la historia que trae como lógica consecuencia el reconocimiento al viril Puerto del Callao como un auténtico semillero de grandes valores, no solo en el fútbol, sino en otras disciplinas deportivas como el cricket, el water polo, el básketbol, el boxeo y el atletismo, que se constituyeron en baluartes de los seleccionados peruanos.

Así es el Atlético Chalaco, la vieja y querida institución porteña, forjada en el alma misma del primer puerto peruano, dispuesta siempre a renovar esfuerzos tras una etapa bastante ingrata en pos de retomar el sitial que jamás debió dejar escapar.

¡Oh Callao del deporte
Y del Señor del Mar!
Viril tu seño y porte
Fue en acción popular.

Viril fama llevaste
De malo o pendenciero.
Es porque no adulaste
Con sangre de cordero.

¡Chim pum! ¡Callao!


Nota.- Los versos incluidos en esta glosa, pertenecen al libro “Tradición del Club Atlético Chalaco” de Juan L. Arce Rojas.


Raúl Goyburu Ezeta
(Callao 1908 – Lima 1989)




Emitido por Pregón Deportivo. Radio Unión. Década de los 70.

miércoles, 19 de marzo de 2008

LA AMAZONA DE LOS OJOS VERDES

LA GLOSA DEPORTIVA, original de Raúl Goyburu Ezeta.

Homenaje y recuerdo de Cuchita Galindo Doig.


Año de la mujer peruana (1975), año en el que para hablar de ella, es necesario traer a la memoria actos y hechos, especialmente aquellos que dejan grabados más profundamente los instantes gratos y hermosos, así como los más tristes y heroicos.

El tema, esta vez es el de la mujer deportista, la que de un modo u otro cumple la tarea importante, sea por su afición o su pasión… y qué mejor ejemplo que Cuchita Galindo Doig, la amazona que ofrendó su vida por ese amor y esa pasión que era el jinetear sobre el brioso corcél: saltando, trasponiendo obstáculos con maestría estética, belleza femenina, ofreciéndonos un cuadro artístico incomparable.

Cuchita, fue hija de un gran deportista que en sus años mozos defendió esa divisa que para el fútbol del Perú representa el valor, la guapeza y la garra: la “U”. Estamos hablando del doctor Plácido Galindo Pardo de quien Cuchita heredara esa valentía deportiva y decisión inquebrantable por el éxito y la afición sin límites por la práctica de los deportes. Como mujer, femenina, dulce y al mismo tiempo decidida, escogió un deporte difícil y arriesgado: el ecuestre. Fue así que se convirtió en la amazona peruana que diera no solo triunfos personales, sino algo más noble como vestir con orgullo y dignidad los colores deportivos de su patria: el Perú.

La amazona de los ojos verdes, la niña mimada y graciosa; la mujer decidida y arriesgada en los saltos y carreras. Desde muy temprana edad fue escogiendo su destino, definiendo su personalidad y estrechando su pasión por los caballos. Apenas una niña, Cuchita, ya se afianzaba en la montura de su favorito para galopar y remontar alturas sobre cada peligroso obstáculo, aparentemente que aparecía como demasiado alto para ella. Sin embargo, con destreza y valor ella sabía superar una tras otra las más elevadas vallas con su impecable dominio sobre la cabalgadura.

Los muchos éxitos conquistados por esta niña amazona de ojos verdes, hicieron vibrar a los espectadores y a la vez ser aceptada y respetada con admiración por sus propios adversarios deportivos. Así transcurría su vida: desde antes de aparecer el Sol hasta el ocaso, su frágil figura cabalgaba incansable con la mirada puesta en el salto: cada vez más difícil, cada vez más peligroso. Nada ni nadie podía convencerla de lo contrario: atrevida y riesgosa proeza en pos de conquistar alturas infinitas, saltos siderales…

Esa pasión y ese amor por su deporte favorito, le hacían entregarse sin recortes al deporte para el que había nacido y para el que entregaría su propia vida.

Era una mañana, como cualquier otra, de esas en las que antes de salir el Sol, ya se veían sorprendidas por la presencia de Cuchita, quien ya estaba en las pistas, montada sobre su corcél para recomenzar en el nuevo intento hacia la conquista de sus más caras aspiraciones. Nada hacía prever un fatal desenlace. Ella se había hecho la promesa de un nuevo primado en su riquísimo historial de éxitos. La amazona de los ojos verdes, sobre su hermoso equino fue tras el obstáculo insalvable, ése que solo su valor y decisión le podían ayudar a vencer… y así vino lo inevitable: el salto fatal, el último de su brillante carrera esculpido en el mármol de los triunfadores. Saltó y venció… caro tributo a su indomable valentía. El caballo no respondió a la caída y con todo su volumen fue a dar sobre el frágil y femenino cuerpo de la amazona de los ojos verdes.

Lágrimas de dolor y desesperación cubrieron con su suave garúa, la consumación de la tragedia. El Destino había fijado la fecha fatal para que la tierna niña-mujer pagara caro tributo a su osadía juvenil sin límites…

… Han transcurrido algunos años, pero parece como si hubiera sido ayer; cuando la veíamos sobre las pistas, erguida, delicada, meciéndose frágilmente sobre el rudo animal con gracia y dominio. Parece que hubiera sido ayer cuando la profunda tristeza nos embargara con la dramática noticia de su fatal accidente.

Hoy, una linda placita del distrito de San Isidro lleva su nombre. En lugar principal un busto recuerda a la amazona de los ojos verdes, frente al hogar sus propios padres, quienes como antaño, cual si no hubiese transcurrido el tiempo, se asoman al balcón cada mañana, antes de que se levante el Sol para contemplar a su inolvidable Cuchita, la amazona heroica, símbolo de la niña hecha mujer. ¡Qué mejor reconocimiento para una deportista como ella, cual reconocimiento póstumo, que haber declarado este año de 1975 como el año de la mujer peruana.

Estas simples y emocionadas palabras,son mi homenaje de recuerdo y cariño permanente a Cuchita Galindo Doig, la amazona de los ojos verdes.

domingo, 16 de marzo de 2008

LOLO FERNÁNDEZ - EL CAÑONERO


LA GLOSA DEPORTIVA DE RAÚL GOYBURU EZETA



LOLO FERNÁNDEZ, EL CAÑONERO



Para hablar del fútbol peruano de ayer y de hoy, hay que referirse a una de las figuras más brillantes: Lolo Fernández, el cañonero; el mismo que le puso al fútbol nuestro, no solo la potencia de su sensacional disparo al gol, sino que sumó a ello la viril pujanza de su decisión y el coraje para enfrentar a las más duras defensas adversarias. Porque Lolo no solo fue la realidad de su prodigiosa producción ofensiva, no solo fue el valor y la contundencia de su gran positivismo y arrolladora visión de gol (terror de las defensas rivales) sino el auténtico ídolo del fútbol peruano.

Lolo Fernández, perteneció a la Dinastía de los Fernández, un clan de auténticos cracks del fútbol nacional. Sus hermanos Arturo y Lolín, alcanzaron, como él, la cima de la popularidad y la eficacia; al igual que sus sobrinos José, Jorge y Carlos que continuando esta tradición, fueron ellos mismos sello de calidad y protagonistas de nuevas páginas de nuestra historia deportiva.

Como todos los Fernández, Lolo nació en Cañete, cuna de grandes figuras, en la Hacienda Pucará de los Ramos Cabieses. Cuando llegó a la capital para seguir estudios, se instaló en la recordada Residencia de Estudiantes en donde destacó como basquetbolista. Fue así que un buen día llegó al Club Universitario de Deportes, presentándose como puntero derecho, ubicación que en realidad no se acomodaba a sus innegables aptitudes, como lo demostraría más adelante al ocupar la plaza de centro delantero en la que prácticamente se destapó con tal sensación que se convirtió de inmediato en ídolo de las multitudes, haciendo vibrar de emoción a propios y extraños.

Junto a otros grandes valores del ayer y vistiendo su clásica camiseta crema y la de los seleccionados nacionales, compartió tardes inolvidables no solo con sus hermanos sino con los cremas notables de la época: Souza Ferreira, Alegre, Alva, De la Casas, Góngora, los hermanos Pacheco, Sabroso, los hermanos Galindo y otras tantas y señoriales figuras futbolísticas como Titina Castillo y Campolo Alcalde… y en la Selección Nacional con Villanueva, Morales, Magallanes, Neyra, Lavalle y muchos más.

En los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936 (de ingrata recordación), Lolo deslumbró al lado de esa gran selección peruana, compuesta por Valdivieso, Lavalle, Jordán, Titina Castillo, Tovar, Arturo Fernández, Magallanes, Campolo Alcalde, Villanueva y Morales: ¡qué tal equipazo! Los partidos frente a Finlandia y Austria que se ganaron por siete a tres y cuatro a dos, respectivamente, bajo la dirección de Alberto Denegri, fueron el corolario de una campaña sin precedentes. Una campaña viciada por la sombra de Hitler, quien pretendió anular la brillante victoria frente a Austria: un acto que dio como resultado la protesta del comando peruano, primero; y luego, el retiro de toda la delegación peruana, caso único en toda la historia olímpica contemporánea.

Pero, para hablar de Lolo hay que recordar las numerosas ocasiones en las que reforzó al Alianza Lima, por ejemplo, dirigiendo la delantera íntima con Lavalle, Neyra, Villanueva y Morales. Sobre todo durante una exitosa gira por Chile, donde Lolo cumplió una notable actuación al lado de Alejandro Villanueva, el maestro, con quien se encontraba muy a gusto, ya que éste sabía cómo explotar sus extraordinarias condiciones de goleador, permitiéndole jugar los que serían, tal vez, los mejores partidos de su carrera deportiva.

Cuando su hermano Arturo, el manco, jugaba por el equipo chileno de Colo-Colo, siempre fue requerido por la institución mapochina para reforzar sus presentaciones amistosas internacionales. Fue así que llegó la oportunidad en la que la directiva del club chileno le ofreciera una jugosa contratación…la que Lolo no aceptó.

Para recordar a Lolo, hay que hacerlo rememorando uno de los goles más sensacionales que recuerdo. Fue una tarde en la que Universitario enfrentaba al reciente campeón del fútbol argentino: Independiente, en cuyas filas contaba nada menos que con el mejor guardavallas del momento, apodado Tarzán por su gran agilidad. Sin embargo, Lolo debió ejecutar un tiro libre a treinta metros de distancia, casi media cancha, sesgado a la derecha del arco argentino. Lolo tomó distancia y shoteó como un balazo que pasó la barrera defensiva. Cuando el arquero de Independiente reaccionó… la pelota ya estaba en el fondo de la red. Fue tal la potencia del disparo, que el propio público como el mismo arquero solo atinaron a verla dentro del arco. Las tribunas se remecieron, como era tradición cuando Lolo disparaba sus clásicos tiros libres. Había nacido para la historia uno sus goles más recordados.

Cuando llegó el día de su retirada, después de una larga, asombrosa y brillante carrera deportiva, se despidió en un partido amistoso frente a su clásico rival Alianza Lima. En esa jornada, Lolo volvió a reventar las tribunas del Estadio Nacional con tres grandes y gloriosos goles que aquellos que estuvimos presentes no hemos podido olvidar.

Hoy Teodoro Fernández vive en la felicidad de su hogar y con la tranquilidad de haber cumplido con el fútbol de su patria, esa patria a la que jamás quiso dejar. A Lolo nunca le interesaron las propuestas económicas, muchas para jugar en el extranjero. Su país y su hogar estuvieron siempre por encima de todas esas cosas ajenas a su sentimiento. Así fue El Cañonero, desprendido y sencillo, desde sus inicios con la divisa crema del Club Universitario de Deportes: una divisa que jamás cambiaría hasta el día de su retiro.

Sencillo, amistoso, bromista y profundamente humano, siempre extendió la mano para ayudar a los nuevos valores del fútbol peruano, para quiénes venían detrás de él, a esos a los que nunca escatimó el consejo sabio de su larga experiencia, esa experiencia que lo llevó por los largos caminos de América, Asia y Europa. Lolo Fernández, fue y será siempre el más querido ídolo del fútbol peruano de todas las épocas, porque sigue y seguirá viviendo en el corazón de su pueblo deportivo. ¡Dale “U”![1]



[1] Emitido por RADIO UNIÓN. Programa Pregón Deportivo. Abril 1974.

domingo, 9 de marzo de 2008

RUMBO AL SUDAMERICANO DEL 59


Fuente: Diario El Comercio. Lima, viernes 6 de marzo de 1959.
Esta madrugada partió rumbo a la ciudad de Buenos Aires, el plantel deportivo de Radio El Sol, que bajo la dirección de Oscar Artacho, ha de transmitir cada una de las fechas del vigésimo Campeonato Sudamericano de Fútbol, que tendrá por escenario el estadio del Club River Plate. La transmisión cubrirá todo el territorio nacional ya que promoverá la formación de una red de emisoras que se han de eslabonar en una cadena de gran potencia y nitidéz. Por la experiencia y reconocida capacidad de los integrantes del plantel de Radio El Sol, se espera que la labor informativa que han de cumplir, sea desde todo punto de vista: extraordinaria. Durante todo el certámen primará, como siempre, el comentario imparcial, el relato preciso, la sobria mención comercial, concebido todo dentro de una experimentada dirección técnica. Raúl Goyburu (comentarista), Lucho Vélez (relator), Carlos Alberto Sosa (locutor comercial) y Oscar Artacho (director), llevan en esta trscendental misión deportiva, la representación de emisora de los 900 kilociclos de Radio El Sol.

El "Cristal" en "Pregón Deportivo"


Con motivo de haber alcanzado el título del Campeonato Profesional del Fútbol Peruano de 1956, Antonio Sacco, futbolista uruguayo, pilar del "Sporting Cristal", es entrevistado por Oscar Artacho y Raúl Goyburu, en el programa realizado por "Pregón Deportivo" ayer, en homenaje al campeón del torneo profesional. Fueron entrevistados los jugadores, dirigentes, entrenador, etc. del "Cristal" por el personal de "Pregón Deportivo". Después del programa, Radio El Sol ofreció una champañada a los campeones.

domingo, 2 de marzo de 2008

UNA GENERACIÓN IRREPETIBLE

En esta fotografía de fines de los años sesenta, de izquierda a derecha, observamos la presencia de cuatro distinguidos periodistas deportivos: don Oscar Paz, columnista principal del Diario La Prensa, el señor Carlos Palacios, el señor Koko Cárdenas del Diario El Comercio y el señor Raúl Goyburu del programa radial Pregón Deportivo. La instantánea corresponde a una ceremonia de reconocimiento por el Día del Periodista, celebrado en el Círculo de Periodistas Deportivos del Perú.
Sirva este testimonio gráfico para recordar algunos nombres pertenecientes a la que ha sido la mejor generación de periodistas deportivos que ha tenido el Perú. Una generación, a diferencia de la actual, compuesta en su mayor parte por profesionales poseedores de un amplio bagaje cultural y de un conocimiento cabal de todas las disciplinas deportivas. Muy lejos, todos ellos, de los intereses vinculados a los espectáculos empresariales que hoy, por ejemplo, promueve principalmente la televisión y el cable, en la que los presentadores de los programas, más que hombres de prensa parecen especialistas en mercadotecnia.

Con Raúl Goyburu recordamos algunos nombres de su tiempo como el propio señor Paz, don Juan P. Rico cargado de anécdotas e injustamente famoso por "getatore" y con un gran sentido del humor, especializado en el deporte del Tiro, uno de los dos solitarias disciplinas que le han entregado al Perú medallas olímpicas. Con ellos el flaco Rodolfo Espinar, intelectual de talla, comentarista de Pregón Deportivo y jefe de la página de deportes del Diario Expreso y presidente de la Federación de Periodistas del Perú. También: Lucho Palma, irreverente y agudo jefe de deportes en el Diario El Comercio y fundador de Pregón Deportivo junto con Oscar Artacho; Lucho Latorre voluminoso comentarista de Radio Sport y de indiscutible bonhomía, como lo fue el fogoso y temperamental Lucho Vélez (José Artacho Morgado), tal vez el mejor narrador de fútbol que haya tenido la radiofonía peruana y tempranamente desaparecido en 1967.

No podríamos dejar de mencionar a Pepe Olivera, impenitente radioaficionado que en una época excenta del cable y la Internet, a través de su equipo radial nos conectaba de inmediato con los resultados del fútbol argentino, uruguayo y sudamericano en general. Aún lo recordamos con su sencillez personal y con esa fantástica sortija de oro que lo acompañaba a todas partes. Epocas en las que la ilustración era una característica que vestía al periodismo, como el caso del doctor Conrado Falco, caballeroso, enterado y brillante jefe de la página deportiva de Última Hora, también tempranamente desaparecido. Con ellos Alfredo Narváez Coronel, que firmaba como "El Amigo Olímpico", sesudo y enterado periodista que dominaba, entre otras, todas las disciplinas de campo; así como Oscar Torres Bouroncle, Osquitar para sus amigos, noble relator deportivo cuya voz no solo destacó describiendo las contiendas furbolísticas, sino que supo encandilar a los demás como un consumado intérprete del tango.

Una época en la que el doctor Alfonso Grados Bertorini desde La Prensa revolucionaba los estilos con don Federico La Rosa Toro que no solo "armaba" a las 4 de la mañana la primera plana del periódico, sino que comentaba sobre boxeo con el seudónimo de Roberto Villa. En la radio destacaron Manuel Salinas Salamanca, desde las ondas de Radio Nacional del Perú (en la época en que esta se parecía más a lo que debe ser una radio). Desde Radio La Crónica Juan Sedó impartió cátedra y conocimientos, para convertirse con el advenimiento de la televisión en el primer "tío" de la embrionaria televisión criolla, encabezando el primer programa infantil: "El Tío Juan".

Tampoco podríamos olvidar a don José León La Cunza, el mejor y más enterado periodista en la disciplina del Vóley, quien desde La Crónica dirigió el suplemento Variedades y que entre otras actividades asesoró y organizó la Oficina Central de Comunicación e Informaciones del Instituto Nacional de Recreación, Educación Física y Deportes (INRED) lo que hoy se llama Instituto Peruano del Deporte. Incluimos también al gran Lolo Carrera, infatigable trotador en los campos de entrenamiento y en la contiendas deportivas con su pluma ágil, amena y veraz. Asimismo, al señor Eduardo San Román que dictó estilo y buen castellano en sus narraciones por televisión, cuya sobriedad no ha podido ser superada hasta la actualidad. Una sobriedad de la que también hizo gala don Manuel Doria, desde la página de La Prensa que él tenía bajo su responsabilidad. También desde la televisión, las chispeantes narraciones del señor Humberto Martínez Morosini, innovador de estilos y sobre todo de neologismos. Alberto Meclemburg desde las ondas radiales y tantos otros que el tiempo, ese gran escultor que todo lo modela y que, también, todo lo deshace, nos ha traído a la memoria al recordar los tiempos dorados de don Raúl Goyburu Ezeta, tal vez la mejor época del periodismo deportivo en nuestro país. Una época que como todo en la vida, obviamente, no se repetirá.



sábado, 1 de marzo de 2008

Las Bodas de Oro de PREGÓN DEPORTIVO


Raúl Goyburu Ezeta (derecha) en compañía de Oscar Artacho Morgado (izquierda), fundador y director del programa radial PREGÓN DEPORTIVO que marcó un estilo en la historia de la radiofonía peruana del siglo XX. La fotografía corresponde a la recepción ofrecida en el Hotel Sheraton de Lima, en 1979, con ocasión de las bodas de oro de este programa radial.
Durante casi 40 años, los nombres de Oscar Artacho y Raúl Goyburu estuvieron asociados al de Pregón Deportivo, la tribuna radial más prestigiosa y respetada en la esfera del deporte peruano.

EFIGIE DEL CLUB ALIANZA LIMA




EFIGIE DEL CLUB ALIANZA LIMA
Expresión gloriosa del fútbol del Perú

Por Raúl Goyburu Ezeta (década de los 60).


Llegado el siglo XX, un lejano 15 de febrero de 1901, en la calle Cotabambas, al calor de un stud hípico de propiedad de quién sería Presidente de la República, don Augusto B. Leguía, llamado Stud Alianza, en el viejo y desaparecido Hipódromo de Santa Beatriz, en el corazón de Lima, nació el Club Alianza Lima.

Alianza Lima, expresión gloriosa para el deporte peruano que supo llevar su nombre hasta el más remoto rincón de la patria para resonar con ecos de admiración y orgullo.

Negros firuleteros, pícaros criollos que mostraron en canchas de tierra y grama, la sal de su inagotable creación futbolera. Zambos de requiebros y marineras bailadas al compás de una pelota de cuero. Malabaristas y graciosos que pusieron en las canchas el sabor a cau-cau y el olor a sahumerio de la procesión morada.

Nombres del pasado futbolístico que como Ciclista Lima, Atlético Chalaco, Teniente Ruiz, Sport Progreso, Carlos Tenaud, Jorge Chávez y Tarapacá fueron los pioneros del más popular de los deportes.

Alianza Lima de los hermanos Aranzaes, los Coquelet, Basurco, Maquilón, Saldarriaga, Mur Padrós, Carbajo y tantos otros nombres que el tiempo ha ido perdiendo en la lejanía del recuerdo.

De Villanueva, Rivero, Sarmiento, Montellanos, Neyra, Nué, los hermanos Rostaing y los García, Quintana, Segalá, Valdiviezo, Magallanes, don José María Lavalle, Morales y otros. Una lista interminable de promociones que no tiene fin.

¡Cuantas glorias! y cuantas lágrimas de esa hinchada que gozó con sus cabreos y quebradas y que lloró con las derrotas de los sobrados.

Alianza Lima escribió las más gratas páginas en el Album de Oro del fútbol peruano, firmadas con pluma fina en el gras del viejo Estadio Nacional con el nombre de cada uno de sus garabatos quimbosos.

Epocas de Alianza Lima que perdurarán en el corazón del pueblo peruano. Ese pueblo que rompió sus manos y enronqueció sus gargantas en la emoción de su más bello espectáculo futbolero.

Ese pueblo que humedeció sus mejillas cuando el más querido y mimado de la afición debió pagar tributo a su engreimiento y perdió la categoría teniendo que jugar en el Potao.

¡Cuanto se podría decir de Alianza Lima!, de ese club de morenos futbolistas, bohemios y criollos. Cuantas cosas bellas y cuantas cosas tristes también...

Alianza Lima es nombre que pasará a la historia de nuestro fútbol como expresión genuina de peruanidad. Futbolistas que con su habilidad y picardía criolla crearon un fútbol propio, realizado por maestros sin iguales.

Alianza Lima es el principio y será el final de toda una época sin parangón, porque alumbró el camino de nuestro fútbol para que pasaran por él los jugadores del futuro y dejaran como recuerdo imperecedero el malabarismo, la esencia y la picardía de ese juego que ellos mismos crearon y legaron como un patrimonio de valiosa contribución al porvenir del auténtico fútbol del Perú.

viernes, 29 de febrero de 2008

RAUL GOYBURU EZETA ENTREVISTANDO

Raul Goyburu Ezeta, a fines de la decada de los 50, entrevistando a la popular basketbolista chilena Beba Flechelle de los registros del Club Colo Colo.

EL FUTBOL

EL FUTBOL

Llego la hora esperada
Del gran partido final
La copa mas codiciada
Del Campeonato Mundial.

El estadio hasta el tope.
Millones por radio y televisión.
El mundo se ha detenido
Durante la competición.

Dos equipos se aprestan
Por el titulo de Campeón
Veintidós son los atletas
De esta gran definición.

Se remecen las tribunas
En explosión del algarabía
Aparecen en el rectángulo
Los rivales de este día.

Linda fiesta multicolor,
De vistosos uniformes,
Hermoso como un jardín
El Fútbol de las pasiones.

Cada equipo en su terreno
A defender con valor,
La disputa del titulo
Que han de ganar con honor.

Silencio y expectativa
En la contienda final.
La emoción ronda el recinto
De la competencia excepcional.

El mundo se ha detenido
En tensión y nerviosa espera,
Que al término del partido
Será alegría o será pena.

Un hombre vestido de negro
Que no es un enterrador,
Es al arbrito del partido
Responsable como Director.

Con un silbato en la boca,
Listo para ser tocado.
Su agudo silbido retumba
En el silencio del gramado.

El fútbol esta presente.
En la cancha la emoción.
El balón llega a los arcos
Y se produce el GOL.

Noventa minutos ha durado
La disputa con ardor
En pos de un trofeo
Que la FIFA dono.

Un nuevo Campeón Mundial.
Golpea fuerte el corazón.
¡El Fútbol Rey de Deporte
Es el autentico Campeón!

Raúl Goyburu Ezeta
1981

SUDAMERICANO DE FUTBOL 1959 EN BUENOS AIRES


De izquierda a derecha parte del mítico elenco de Pregón Deportivo: Carlos Alberto Sosa (la voz comercial), Oscar Artacho Morgado (director y fundador del programa), su hermano José mas conocido como "Lucho Velez", una persona no identificada; y Raúl Goyburu Ezeta.

RAÚL GOYBURU EZETA, periodista deportivo

Raúl Goyburu Ezeta, nació en el Callao el 22 de abril de 1908 y fue bautizado posteriormente en la Iglesia de San Marcelo de la ciudad de Lima. Fueron sus padres, don José Bernardo Goyburu y Rázuri y doña Elena Ezeta y Raygada. Desde muy jóven mostró una acentuada inclinación por los deportes, la misma que lo llevaría a abrazar el periodismo como comentarista deportivo radial. Sus primeras crónicas datan de los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936 y concluyen en septiembre de 1989, como comentarista del programa radial Pregón Deportivo en donde permaneció por más de 35 años.