lunes, 31 de diciembre de 2018

RECORDANDO A FOSTER URTECHO

N. del E.-

Conocí a Foster Urtecho hacia 1967 - 1968. Cuando una noche se presentó en Radio Unión y solicitó hablar con Oscar Artacho. Recién llegado del Cusco, Foster, muy jóven en quella ocasión, casi salido del colegio, le expresó a Oscar Artacho su deseo de participar en el elenco de periodistas de Pregón Deportivo. Por el parecido de sus apellidos y por la entereza de su personalidad, Oscar Artacho le tomó gran simpatía y lo incluyó en el plantel durante más de treinta años. Desde aquí, a su familia, enterados de su desaparición, le hacemos llegar nuestro más sentido pésame. Sin embargo su voz pastoza y modulada, el acertado y educado vocabulario que utilizó para narrar con pasión cada partido de fútbol que le tocó narrar,no se habrá silenciado en nuestro afectuoso recuerdo de excelente profesional, periodista y caballero.

domingo, 2 de diciembre de 2018

BOTAFOGO ENTRENANDO EN EL ESTADIO NACIONAL DE LIMA 1964



Jugadores del Club Botafogo antes iniciar un entrenamiento. En primer plano el portero Manga, más a trás al lado derecho con buzo azul y rayas blancas, el inolvidable Garrincha.





Famoso delantero Amarildo que reemplazó a Pelé en el Mundial de Chile en 1962.




Mítico portero Manga de los clubes Botafogo de Río de Janeiro y Nacional de Montevideo.





Equipo técnico de Botafogo.





Waldir Pereira, Didí, que más tarde dirigiría a la Selección Peruana de Fútbol en el mundial de México 1970.

martes, 3 de abril de 2018

EL MUNDIAL DE BÁSQUETBOL FEMENINO EN EL PERÚ
7 de agosto de 1963


Crítica y difícil situación afronta la Federación Peruana de Básquetbol que preside el dinámico y empeñoso ingeniero Guillermo Toro Lira, al no concretarse las expectativas cifradas en un cálculo sobre recaudación de impuestos. Dicha recaudación calculada en el uno por ciento sobre la ventas en los establecimientos expendedores de comidas y bebidas, no ha reflejado los veinte o treinta millones de soles al año para el fomento al deporte nacional que se esperaba. Ese era en realidad el respaldo económico con el que contaba la Federación Peruana de Básquetbol para atender los gastos del próximo Campeonato Mundial Femenino que demanda unos treinta millones de soles en organización y, especialmente, en la construcción de coliseos cerrados en la ciudad de Lima y en las subsedes de Arequipa, Tacna, Ica y Chiclayo.

Hasta el momento la recaudación del primer mes no supera el cuarto de millón. Esto hace suponer que en los próximos doce meses sólo se recaudará aproximadamente entre tres y cuatro millones, es decir, la décima parte de lo calculado. Por consiguiente, la situación es bastante dramática para una federación empeñada desde ya en la realización de tan importante evento del básquet mundial femenino. Otro de los inconvenientes que sufre la máxima entidad canastera, es la ubicación del coliseo a construirse en Lima. El Comité Nacional de Deportes que ha venido prestando toda clase de apoyo, se encuentra también en un problema de acuerdo a las cifras desalentadoras de la recaudación.

Al respecto, por ejemplo, aún no se define la ubicación del mencionado coliseo. Primero fue la Plaza de Toros de Chacra Ríos, después el Campo de Marte, luego los terrenos del bosque de Mata Mula, donde se encuentra el Club Hípico Peruano… pero lo cierto es que el tiempo continúa avanzando y que las gestiones no corren al mismo ritmo. Esta es una situación bastante enojosa para los directivos del básquetbol, quienes elaboraron y presentaron con la aprobación del decreto sobre el impuesto, la manera en que se iba a financiar este certamen. Sin embargo, la realidad no ha respondido con el mismo deseo y anhelo, poniendo un estado de cosas bastante complicado.

Las construcciones de cinco coliseos en Lima y provincias, no son cosa de juego. Su millonario costo más los naturales gastos dedicados a tan magna organización, han complicado la situación a un extremo tal que no se sabe ciertamente en qué va a parar la cosa…. Y lo que es más serio: el tiempo no permite demora alguna en especial para el básquetbol peruano comprometido en la organización de este mundial para marzo del próximo año.

Otro aspecto que también contribuye a este nerviosismo, es el rumor insistente sobre el cambio de la dirigencia en el Comité Nacional de Deportes, lo que contribuye a que nadie quiera pronunciarse en la continuación de estos preparativos si no están seguros de seguir al frente del máximo organismo deportivo. En verdad, es muy malo que se haya producido una situación de esta naturaleza que conspira en contra de los organizadores, quienes han venido trabajando incansable y acertadamente por el baloncesto peruano.

Ojalá todo se resuelva satisfactoriamente, de modo que se permita contar con los medios económicos suficientes para la organización de un campeonato mundial, un acontecimiento que por primera vez se atreve a llevar a cabo el deporte nacional.

viernes, 16 de marzo de 2018

MAURO MINA
EDITORIAL
16 DE OCTUBRE DE 1962


M
auro Mina, nuestro gran campeón tiene mañana en el número uno del Ranking Mundial, el norteamericano Eddie Cotton, la prueba decisiva a sus aspiraciones de llegar al título mundial que ostenta otro norteamericano: Harold Johnson. Para nuestro crédito, es la oportunidad más preciada de llegar a alcanzar la cima de su profesión, de su deporte, de sus más caros anhelos, no solo para obtener, como lógicamente aspiran todos los deportistas, aún profesionales, sino para darle al deporte de su patria el más grande galardón de cuantos en la historia deportiva del Perú hayan podido obtenerse.

Esta es una ocasión que Mauro Mina no puede dejar pasar, porque de su resultado depende, no solo su futuro, sino la justificación de su prestigio en el consenso internacional y el derecho a un combate por el título mundial. Mina no solo representa en el boxeo peruano una figura de orgullo para todos, sino que como deportista refleja el grato ejemplo de la disciplina, la responsabilidad, la decencia y la capacidad humanas, virtudes muchas veces difíciles de reunir en hombres que logran un sitial de gran popularidad y jerarquía.

Muchos y valiosos atributos adornan a nuestro gran campeón, por ello y por sus excepcionales condiciones de pugilista extraordinariamente dotado, es que la afición y el pueblo entero han erigido a este auténtico gladiador de ébano como su máximo ídolo deportivo. Esta será una fecha inolvidable para todos, porque el ídolo nacional, nuestro gran campeón sudamericano, la más brillante figura del momento, tendrá frente a sí la prueba más dura de su exitosa carrera dentro de las doce cuerdas de un ring.

El rival, Eddie Cotton, es de la misma jerarquía, por ello el compromiso adquiere relieves de categoría y promete ser sensacional. De allí el inusitado interés, el nerviosismo de los fanáticos y de todos aquellos que seguimos paso a paso y pendientes a nuestro gran favorito, estrechamente unidos, como lo hemos sentido siempre a través de sus espectaculares triunfos.

Por otro lado, no podemos dejar de expresar los notables pergaminos de excepción del gran adversario de mañana, cuya condición de primero en la cotización mundial claramente expresa la seriedad de sus condiciones deportivas. El más serio reto a la calidad indiscutible de nuestro campeón. Por eso Mauro Mina enfrentará a un auténtico boxeador, al que solo doblegará imponiendo sus condiciones y atributos. La lucha será dura, ardua, difícil y de esa demostración de capacidades que ambos expondrán, saldrá a no dudarlo ese espectáculo incomparable, pleno de calidad y de emoción que todos esperamos.

Anticipar un pronóstico es muy difícil porque la calidad de los púgiles no anticipa superioridad particular en ninguno de ellos. Para unos, Eddie Cotton, es un deportista de mayores recursos, más experiencia, con técnica excelente y con pegada capaz de ofrecer un resultado contundente y sorpresivo. Pero a estas cualidades habrá que oponer las de nuestro campeón, cuyo progreso es evidente en cuanto a calidad técnica, agregando la capacidad física extraordinaria de un hombre fuerte y maduro con dos puños cargados de dinamita. Armas contundentes que han sido y serán, seguramente, las que sirvan para demostrar de una vez por todas que Mauro Mina está debidamente preparado y capacitado para vencer al mejor, incluyendo al mismísimo campeón mundial, si la oportunidad se le presentara.

Este servidor particularmente cree en Mauro. Yo le tengo absoluta fe en sus excepcionales condiciones y en el extraordinario estado técnico, físico y principalmente anímico en el que se encuentra. Mina es un pugilista que reúne todas las condiciones para lograr su objetivo, a pesar de enfrentar al más difícil rival de su carrera deportiva, el mejor de todos a los que ha vencido, pero son precisamente estas circunstancias las que me llevan a crear más y a sentirme más confiado en nuestro campeón.

Sinceramente, si se me exigiese un pronóstico de este combate, no dudaría en señalar a Mauro Mina como el vencedor y vencedor concluyente sin lugar a dudas, porque su modalidad y sus condiciones naturales, exigen un victoria por knock out. Por lo que si esto es así, su triunfo deberá decidirse entre el tercer y quinto round, pues las características del rival dificultarían las posibilidades de nuestro campeón más allá del quinto round.

Ojalá que no me equivoque y que mañana veamos en toda su auténtica expresión, la capacidad profesional de este incomparable pugilista que es nuestro campeón Mauro Mina. Este es el más sincero deseo de este servidor y de todos los peruanos

jueves, 15 de marzo de 2018

24 DE MAYO DE 1964:
LA TRAGEDIA DEL ESTADIO NACIONAL



A continuación una exposición gráfica de los trágicos sucesos que pertenecen al facsímil LOS SUCESOS DEL 24 DE MAYO EN EL ESTADIO NACIONAL, publicado ese mismo año por el Comité Nacional de Desportes. Esta presentación no pronuncia juicios de valor sobre dichos sucesos.Se trata de una mera exposición de lols documentos fotográfcos. Cada quien podrá sacar sus propias conclusiones.





La Tribuna Norte al nicio del partido Perú-Argentina por la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 1964.


La Tribuna de Oriente antes del nicio del partido Perú-Argentina por la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 1964



La Tribuna Norte al nicio del partido Perú-Argentina por la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 1964


Momento crucial. Víctor "Kilo" Lobatón convierte el fatídico tanto.


El juez uruguayo de apellido Pazos, toma la errónea decisión de anular el gol de Lobatón.



Estalla el escándalo y la protesta en las tribunas.


Inghresa al campo un individuo con el apelativo de "Bomba" y pretende agredir al árbitro.


La Policía reduce inmediatamente al agresor.


El irresponsable es rodeado por elementos de la Benemérita Guardia Civil.


Finalmente, este individuo reconocido como el portero de un prostíbulo del Callao, es conducido fuera del campo.


El árbitro decide suspender el juego.


Ingresa un segundo individuo al terreno y es reducido por la policía.


El árbitro, custodiado por la policía abandona el campo ante la protesta del público de la tribuna de occidente.


El público se resiste a abandonar el estadio. Esta es la truna norte dónde en unos instantes más perdarán la vida más de 300 personas.


La Guardia Civil se mantiene a una prudente distancia, mientras en la tribuna norte continúa la protesta.


Breves instántes despues, los primeros espectadores ingresan al campo de juego arrojando objetos contundentes a los custodios.


Un pequeño palco con bancas (utilizado para los encuentros de boxeo) es vandalizado para obtener objetos que lanzar a la policía.


Fatídico momento en el que se lanzan las primeras bombas lacrimógenas a la tribuna norte. La decisión que desatará finalmente la tragedia.


Tribuna norte.


Tribuna norte.


Tribuna norte. Detalle.


Tribuna de oriente.


Tribuna de oriente.


Tribuna de oriente.


Tribuna norte. Detalle. La gente corre hacia las salidas. Las puertas de acceso a la calle estarán cerradas. Una trampa mortal.


tribuna de oriente.


El Estadio Nacional un día cualquiera.

EDITORIAL DEL 23 DE JULIO DE 1964
DOS MESES DESPUES DE LA TRAGEDIA DEL ESTADIO NACIONAL (2)

Sin embargo quienes estaban llamados a defender esta posición, han sucumbido para justificar toda esa injuria por falta de carácter, amor propio y sobre todo de dignidad. A través de más de doce años, desde que se inauguró el hermoso Estadio Nacional de Lima como exponente del avance deportivo y cultural de nuestra capital, han sido innumerables los eventos de carácter internacional y hasta continental que se han llevado a cabo en sus instalaciones, sin incidente alguno.

No hace mucho, el más reciente, ha sido el Campeonato Mundial Femenino de Básquetbol: una demostración palmaria no solo de excelente organización por parte de la Federación Peruana de Básquetbol, sino una maravillosa ocasión en la que personalidades de todo el mundo, elogiaron el comportamiento del público que contribuyó con su cultura y hospitalidad a engrandecer un certamen de tan singular importancia.

Desgraciadamente a pocos días de dicho campeonato, se produjo esta catástrofe en el mismo escenario por un incidente que tomó las proporciones ya conocidas, no por culpa de nuestro público deportivo, sino por circunstancias bastante ajenas a ello. Lamentablemente, los resultados dejaron un tremendo dolor a quienes de cerca sufrieron las consecuencias del pánico, como pudo haber sucedido en cualquier otro escenario del mundo entero.

La exageración en las medidas de seguridad que se están tomando no se pueden achacar a un público que jamás invadió el campo de juego ni atentó contra la integridad física de ningún deportista nacional o extranjero. La prueba de ello es que aquel desventurado día solo ingresaron al campo dos individuos con pésimos antecedentes y que rápidamente fueron controlados. ¿Se expuso, acaso, la vida del árbitro? ¿De los jugadores? Todo lo contrario, las mayores garantías fueron precisamente para ellos.


¿Por qué, entonces, aplicar estas desmesuradas medidas de seguridad que convierten a nuestro estadio en un campo de concentración alemán? Si algo necesitaba nuestro primer escenario deportivo era precisamente ampliarlo y no reducirlo. Nada justifican estas medidas absurdas, las críticas que desde el extranjero se han vertido en contra del público peruano. Parece ser nuestro medio el terreno fértil para proceder con estas insólitas actitudes que pretenden disfrazar o esconder la realidad de los acontecimientos ya hasta lavarse la manos, cual Pilatos de nuestra historia deportiva.
EDITORIAL DEL 23 DE JULIO DE 1964
DOS MESES DESPUES DE LA TRAGEDIA DEL ESTADIO NACIONAL (1)

Una insólita actitud se ha tomado en exagerado extremo acerca de la seguridad del Estadio Nacional que, más que construir –como es lo normal- está destruyendo, no solo las instalaciones de nuestro primer coliseo deportivo, sino su propio prestigio. Y ya lo dije una vez, cuando se produjeron los sensibles acontecimientos del 24 de mayo.

Hasta esa fecha, el público peruano había gozado de una gratísima opinión de dirigentes, deportistas y personalidades del deporte internacional, al reconocer su imparcialidad y la cordura de la que hacía gala en los espectáculos que se realizaban en nuestra capital. Sin embargo, todo ello se ha echado a perder gracias a que aquellos llamados a defender los principios del la cultura y el orden, vienen tratando de esconder costa de estas medidas, errores que fueron, indiscutiblemente, los que causaron la catástrofe del Estadio Nacional.

Es penoso tener que comprobar una vez más, la incapacidad y la ausencia total del sentido de la responsabilidad y más aún, la falta de valor, de quienes al frente de los organismos responsables intentan esconder una gran verdad, escudándose en torpes excusas y razonamientos sin criterio ausentes por completo de la realidad.

Un hermoso estadio como el Nacional, está siendo destruido por exceso de seguridades, en un claro atentado contra nuestro público que no merece que principal coso deportivo sea transformado en un vulgar campo de concentración. Y es que estas inaceptables medidas por lo ridículas, no hacen sino justificar plenamente, la información deformada de los hechos que realmente difundió la prensa extranjera que, sensacionalista y amarillenta, ha pretendido tratar al público peruano de inculto y salvaje.

Nada más lejano de la realidad y de la verdad. Un público como el nuestro no merece este concepto por cuanto siempre dio muestras de educación, serenidad y hasta de tolerancia en los espectáculos del deporte.